Un informe revela que las obras paralizadas del FISU complicaron a los vecinos de la zona oeste y alrededores

En total son 2600 familias afectadas de los barrios rosarinos de Villa Banana, San Francisquito, La Bombacha, Los Pumitas, Saladillo, San Martín Sur y Las Flores Sur.

Un informe realizado por alumnos del curso RENABAP LABS revela el impacto de la paralización de obras de infraestructura urbana financiadas por el Fondo de Integración Socio-Urbana (FISU) en varios barrios populares de Rosario. El estudio, presentado en septiembre de 2024, detalla cómo la interrupción de estos proyectos ha afectado a miles de familias y a los trabajadores involucrados.

Las obras, impulsadas por la Secretaría de Integración Socio Urbana (SISU) del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación durante el período 2022-2024, estaban destinadas a mejorar la calidad de vida en barrios incluidos en el Registro Nacional de Barrios Populares (RENABAP). Los proyectos abarcaban desde conexiones eléctricas y de agua domiciliarias hasta la construcción de veredas y equipamiento comunitario.

Barrios afectados y estado de las obras

El informe destaca que más de 2600 familias en barrios como La Bombacha, Santa Rosa, Los Pumitas, San Francisquito, Villa Banana, Saladillo, San Martín Sur y Las Flores Sur fueron perjudicadas por la detención de las obras.

Conexiones eléctricas: los proyectos con avances entre el 35% y el 65% se registraron en Villa Banana y San Francisquito, mientras que La Bombacha, San Martín Sur y Saladillo presentan un avance de hasta el 35%.

Conexiones de agua: en Las Flores Sur, las obras de conexión de agua superan el 65% de avance.

Equipamiento comunitario: en Los Pumitas, el proyecto de centro comunitario y mejoramiento del espacio público tiene un avance de hasta el 35%.

Veredas: el tendido de veredas muestra un avance de hasta el 35% en Villa Banana, y entre el 35% y el 65% en Santa Rosa y San Francisquito.

Consecuencias sociales y laborales

La paralización de las obras ha tenido repercusiones significativas en la comunidad y en los trabajadores.

Desempleo: más del 60% de los trabajadores de las cuadrillas quedaron desempleados tras la interrupción de los proyectos.

Conflictividad: el freno de las obras ha generado un aumento de la conflictividad entre los vecinos y las cooperativas a cargo, principalmente por la falta de información y la incertidumbre sobre la reanudación de los trabajos.

Otros problemas: también se reportan el deterioro de la infraestructura sin terminar, robos en obradores y preocupación por la falta de conexiones domiciliarias seguras, especialmente ante la llegada del verano y el aumento del consumo eléctrico y de agua.

Este informe pone de manifiesto la urgencia de resolver la situación de las obras paralizadas para mitigar sus efectos negativos en las comunidades y garantizar la continuidad de las mejoras en la infraestructura urbana.